Quinta y última de las propuestas de CLUB DE CONVERGENTES al Gobierno de La Rioja en su campaña de CONCIENCIACIÓN CÍVICO TRIBUTARIA Y PREVENCIÓN EN “JUEGO”.

Esta es la quinta y última de las propuestas de CLUB DE CONVERGENTES al Gobierno de La Rioja en su campaña de CONCIENCIACIÓN CÍVICO TRIBUTARIA Y PREVENCIÓN EN “JUEGO”.

En Club de Convergentes estamos convencidos de que las políticas de Responsabilidad Social Corporativa tienen que estar dentro del ADN de toda compañía seria. Entendidas desde una visión global, que abarca no sólo los problemas relacionados con las adicciones, sino políticas integrales de concienciación y puesta en marcha de acciones de RSC, a todos los niveles.

La Responsabilidad Social Corporativa es la contribución constante, voluntaria y activa por parte de una empresa a mejorar su entorno económico, social y ambiental. Las políticas de RSC inciden en la gestión de los impactos que la actividad de las empresas genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente, y sobre la sociedad en general.

La RSC implica un cierto grado de madurez empresarial, que concilia la legítima búsqueda del beneficio económico con otra serie de principios sociales o éticos. Hasta tal punto, que la RSC afecta a la forma de dirigir las empresas.

¿Cómo se vive esto en la práctica en CLUB DE CONVERGENTES?

En nuestra web (www.clubdeconvergentes.es), o en las páginas de nuestros miembros, existen enlaces que redireccionan a las correspondientes páginas corporativas, en las que se describen las específicas políticas de RSC y Juego Responsable de cada uno de ellos.

Este sería un resumen de algunas de ellas:

  •  Existencia de programas focalizados en la sostenibilidad y el medio ambiente, que marcan las políticas a implantar, y cuyo seguimiento periódico garantiza la consecución de objetivos y el avance en los mismos. De ser posible, los poderes públicos deberían incentivar la puesta en marcha de estos programas medioambientales.

  •  Favorecimiento de que ciertas campañas “inevitables”, como son los regalos de Navidad a clientes o empleados, se lleven a cabo con instituciones que favorezcan la integración de ciertos colectivos, como puede ser la Fundación Juan XXIII u otras entidades similares.

  •  Por parte de los locales de juego, podría favorecerse la posibilidad de que cuenten con cartelería que avise a los usuarios de la prohibición de menores en los mismos, y de las consecuencias de ello.

  •  Incluir en los planes de formación de las empresas campañas de atención integral a los clientes, y que dentro de estos planes de formación se incluyan apartados específicos de detección y actuación ante casos de juego problemático.

  •  Por parte de los poderes públicos, la supervisión e impulso del cumplimiento de las obligaciones de operadores y empresas en materia de juego responsable con respecto de autoprohibidos y menores, favoreciendo, fomentando, y auditando la actividad.

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